Cuando doy, también recibo

Una mirada al pasado

Siempre resonaron en mi cabeza estas palabras: "Donde comen 2 comen 3 (y hasta 4!)" las escuchaba mucho de boca de mi abuela materna. Mi amada abuela "la niña Uva" tenía un corazón muy grande, ella venida de la provincia en la costa norte de mi país, hizo todo lo posible y crió 6 hijos, era una de esas muchas mujeres luchadoras que la nobleza le brotaba a borbotones. Ella, que  todas las tardes comenzaba a hacer la comida (cena), tenía una curiosa costumbre: siempre ponía un poco más de cantidad por si llegaba alguien... y precisamente alguien llegaba, así que siempre hubo un plato extra de comida, la pregunta reglamentaria para la visita era: -ajá, y tú ya comiste?-.  Así que crecí en una casa donde las visitas eran usuales, algún primo lejano que venía de paso, graneaditos los amigos del barrio de mis tíos... y hasta "la loca de los gatos"!! una mujer de edad incierta, que caminaba descalza y llegaba con unos bultitos pegados al cuerpo de donde asomaban uno que otro gato, hasta ella era recibida en la puerta de la casa con una taza de chocolate y un pan, y siempre descansaba en el antejardín. Cuando mi abuela murió no se imaginan la romería de personas que fueron a dar el sentido pésame a mi mamá, a mis tías y tíos, porque en vida a mi abuela esas personas le habían llegado a horas inimaginables a pedirle consejo, "una escampadita mientras las diligencias de papeleo en la nevera -es decir Bogotá- o simplemente pasaban por la casa a saludar y mi abuela los recibía con los brazos abiertos. Eso que ella hacía siempre estará en mi memoria (y por supuesto, en mi corazón) porque lo hacía con mucho amor, y es lo que uno realmente hereda.  

El ayer no tan lejano
Desde que me hice musulmana siempre me ha conmovido la manera en que la gente se mueve para ayudar a alguien así no lo conozca, porque es el ejemplo del Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él), mientras viví en Egipto fui beneficiaria de esas bendiciones que llegan a través de personas que apenas conoces e incluso sin conocerlas, de esos pequeños actos que se hacen con amor hacia Allah, ahí estaba yo en pleno otoño del 2015 después de muchos años, nuevamente de estudiante con un grupo de latinos queriendo aprender árabe,  como llegamos en verano no contábamos con el frío que se avecinaba y alhamdulillah para el invierno recibimos sacos y chaquetas, gracias a esa ayuda desinteresada también pudimos comprar nuestros útiles y libros necesarios para nuestras clases por esas bendiciones que llegaban a través de diferentes personas. Luego de regresar a Colombia, unas hermanas que conocía poco en ese momento, me contactaron para hacerme una propuesta  hace algo más de un año,  acepté esa linda invitación para participar en una labor llena de amor, pero llena de retos: SER VOLUNTARIA con una causa social. No fue fácil para mí en ese momento vencer mis propios miedos, ya que estaba atravesando una situación personal que me estaba siendo muy difícil de afrontar sola (incluso esta situación, que era un cúmulo de muchas cosas, había minado la confianza en mí misma y en mis capacidades). Coincidencialmente por esos días había visto una charla muy linda del profesor Nouman Ali Khan en la plataforma Bayyinah, llamada TRES PASOS MAS CERCA DE ALLAH donde hablaba de 3 aspectos con los cuales podemos estar más cerca de Allah, y estos eran: #1: la Adoración (nuestro salat y súplicas), #2: el Conocimiento (leer el Corán, un buen tafsir, hadices, etc) y #3: el Servicio, que está directamente relacionado con ayudar a las personas, apoyar las buenas causas y en la charla nos dio este consejo: 


Así que, aunque tenía dudas en mi corazón sobre cómo yo podría hacer eso, acepté!!  En parte porque esas palabras habían hecho eco en mi mente, ¿cómo podría yo ayudar a alguien si yo no estaba bien?   Pues yo había notado en redes sociales que las hermanas que me invitaron llevaban un buen tiempo haciendo unas labores muy bonitas con población vulnerable en mi ciudad y ayudando a hermanas en la comunidad, eso es inspirador. Pues entonces me dije: probemos a ver cómo nos va!!  Me recibieron con los brazos abiertos, estaba un poco nerviosa porque también estaban muy expectantes en lo que yo podría hacer, y confieso que yo misma estaba también algo inquieta de si yo lo iba a lograr. En ese momento necesitaba estar más cerca de Allah (porque en parte algunas de mis obligaciones se me habían vuelto algo mecánicas y no las sentía precisamente como un alivio sino como una carga por que no sabía como lidiar por lo que estaba pasando... uuups!!!! -ojo!! Esto es una alerta roja para tu din!!-) Entonces, ahí es cuando notas que llega respuesta a una de tus súplicas en la manera más inesperada!! 

Ahora soy Voluntaria!

Igual con todo eso que cargaba dentro, tenía muchas ganas de ayudar, hacía unos años había participado esporádicamente en una campaña fija que tenía la empresa para la cual trabajé durante varios años, así que aún tenía la chispita de querer ayudar a otras personas, al principio yo estaba muy tímida (me daba pánico -literalmente- estar entre mucha gente, especialmente que no conocía y no sabía si podía confiar ya que mi círculo personal se había reducido ostensiblemente) pero el equipo de trabajo compuesto por las hermanas fue tan receptivo y comprensivo conmigo, las campañas tan inspiradoras que el poder participar activamente en las actividades poco a poco me pusieron en retos muy bonitos que me obligaron a luchar conmigo misma para ir venciendo poco a poco mis miedos, estos retos requirieron que mi participación en las actividades y responsabilidades dentro del Voluntariado fueran creciendo, tanto que en la última actividad que hicimos dicté un taller (wiiiiii!! Alhamdulillah empiezo a ser yo misma nuevamente!!!). ¿Qué gané? recuperar confianza en mí misma, tener unas amigas y hermanas maravillosas! y desde afuera, ¿cuál ha sido el retorno para mí de todo esto? sonrisas!! Siiii muchas sonrisas!! tal cual!!! No te imaginas cuantas personas que salieron beneficiadas en cada evento, en cada campaña salían de los eventos con una sonrisa, te daban las gracias y hasta un abrazo!!! (en tu corazón sabes que esas gracias son para ellos porque una sonrisa te mejora el día ostensiblemente y sobre todo las gracias son para Allah por esa oportunidad de poder ayudar)

En ésta movida del ayudar a otros, el Voluntariado ha trabajado en zonas que han sufrido desastres como la ciudad de Mocoa donde las personas lo perdieron todo, y sobre todo en esta ciudad tan grande que es la capital colombiana en la que hay muchísimas personas que viven en las zonas más alejadas de la ciudad, los servicios públicos escasean y la ausencia del estado es perceptible y los recursos de las personas son pocos y a veces inexistentes. Hacer este trabajo de voluntariado también  ha sido posible gracias a la colaboración de muchas personas que se han unido para ayudar, incluyendo amigos, comunidad y hasta nuestras familias!!  Para que madres cabeza de familia que estén pasando un momento de angostura puedan recibir un mercado, que los niños de una escuelita o un barrio de las lomas puedan ir a la escuela con sus útiles escolares al comenzar el año, o los niños residentes de un barrio cerca al botadero Doña Juana puedan tener con qué vestir, o simplemente brindar un rato ameno y agradable a un grupo de mujeres guerreras que han hecho y están haciendo frente al cáncer. Toda esta labor y procesos han sido una experiencia bonita y enriquecedora para mí porque se tejen lazos por una causa común, porque abres espacios de participación a otras personas para apoyar diferentes campañas y esas mismas personas quizás antes no sabían cómo hacerlo o con quién hacerlo, y encontraron una forma de ayudar. Dar tu granito de arena para construir país, no sólo en tu círculo cercano sino a mucha gente que no conoces, es un gran motivo por el cual le das gracias a Allah subhana wa ta ala por la oportunidad de dar y compartir.

© Imagen cortesía del Voluntariado Bogotá Jadiya Al Kubra. Actividad "Un Pañuelo Nos Une" 2018 en unión con la Fundación Simmon Cancer y la colaboración de la Facultad de Enfermería de la Universidad Nacional de Colombia, Tag turbantes y de las diferentes personas que donaron para esta causa. 
Después de cada actividad, al final del día te quedas con esa sensación de "qué hermoso fue!! pero no dejas de pensar en que ojalá yo pudiera hacer más!" 

Así es, aún queda mucho por hacer, hay mucha gente que podemos ayudar y entre más manos y corazones se unan, haremos todos un mundo mejor para vivir. Estas experiencias me han ayudado tanto!! al igual hay que prepararse para afrontar esos nuevos retos que vienen y en esas también ando, conociendo, aprendiendo.  Quiera Allah facilitar nuestros asuntos y purifique nuestras intenciones para seguir con esta labor que es importante para nosotras tanto como mujeres y como musulmanas que quieren hacer del mundo un lugar mejor en este país, Colombia. Personalmente doy gracias a Aminna, a Sherezada, a Lorena, Catherin y a todas aquellas personas que no importando la fe, la condición económica nos han escuchado y apoyado en esta labor porque más allá lo que nos une son lazos como seres humanos.

Si quieres conocer más de las labores que hacemos en el Voluntariado o colaborar en las próximas campañas, puedes visitar el perfil en Facebook  del Voluntariado Bogotá Khadiya Al Kubra  o en Instagram @jadiyaalkubravoluntariado

Un último regalo: 
Crecí con muchos libros en casa, cuando tenía 13 años tomé uno de ellos como mío y éste se llama "EL PROFETA" del poeta Khalil Gibran, y uno de esos poemas es precisamente sobre el dar y el recibir